Una mirada por encima del hombro

sábado, junio 10, 2006

Veo que la anterior freakuesta no ha tenido mucho éxito, así que, como buen Aries y por tanto cabezota, os intentaré enganchar de nuevo al tema de las series de dibujos animadas que marcaron nuestra infancia. Esta es la lista de las que no me perdía mientras merendaba mi bocata de nocilla:

  • MAZINGER-Z
  • Comando-G
  • Ulises 31
  • Dragon Ball
  • Los caballeros del zodíaco
  • Marco
  • Muscleman
  • Campeones (Oliver y Benji)
  • Spiderman
Post escrito mientras escuchaba Knights of Cidonia, el single del nuevo disco de MUSE en Estados Unidos. Impresionante.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vuelven Nika & Pooch después de problemas técnicas y un montón de trabajo. Dos de mis series preferidas de dibujos animadas de la infancia son La abeja Maya y Tao Tao, el osito panda. Alguién dirá que soy muy sosa por optar por estas, pero personalmente creo que vienen muy bien a los peques porque tienen buenos guiones, aventura sin violencia, lecciones de ética metidas dentro de las historias etc. De todas formas, son casí las únicas series que me acuerdo haber seguido semana tras semana de pequeña.

Luego tengo que destacar una serie más, pues se llama El maravilloso viaje de Nils Holgersson y está basada en dos libros escritos por la sueca Selma Lagerlöf en 1906-1907. La serie cuenta la historia de un niño chiquitín que vuela por toda Suecia montado en un ganso. Encontré esta descipción para daros una idea: "Nils Holgersson, un travieso muchacho que va a emprender un fabuloso viaje por los cielos, tierras y mares de la hermosa Suecia, del cual habrá de regresar muy cambiado por fuera y, sobre todo, por dentro. Magia y aventura, sueños y leyenda, paisajes maravillosos y animales extraordinarios, sensaciones de altura, velocidad, poder y libertad." Una curiosidad: los libros fueron escritos por encargo como libros de texto de Geografía para las escuelas primarias. Si a mí me hubieran enseñado geografía con libros así, seguro que todavía me acordaría de todo! Ah, también creo que me gustaba mucho ver Erase una vez el cuerpo humano. Pues quedadós con vuestros robots y máquinas, que a mí siempre me han molado los animalitos y la biología!!!

DJ dijo...

Nika, nika. Ya desde pequeñita se te veían venir las maneras de bióloga. Todas tus series favoritas (excepto Tao tao, creo) aparecieron en España, y estaban muy bien, cierto. Pero, ¿qué puede hacer una abeja parlante o un niño montado en un ganso contra un robot volador de 25 metros o contra una nave que se transforma en ave fénix?
¡¡Muchas gracias por aportar tanto a éste humilde blog!!

Anónimo dijo...

Yo creo que Mazinger Z estaba bien, pero creo que era un poco repetitiva, porque si no recuerdo mal siempre venía una invasión extraterrestre, con robots diversos, y siempre ganaba Mazinger (con la inestimable ayuda de la sensual Afrodita¡).
Para mí creo que la mejor serie de aquella época era Bola de Drac (Dragon Ball). Sobretodo las primeras épocas (5 primeros años). Eran muy buenos. También estaba muy bien Arale (Penguin Village?). Los argumentos eran grotescamente brillantes. Y como frikada de superhéroes, quién no disfrutaba con Los Guardianes de Galaxia?

DJ dijo...

Guau! Los guardianes de la galaxia. Me encantaba esa serie! Todavía recuerdo lo chafado que me quedé cuando dejaron de emitirla. Era increíble ese Ending tan guitarrero!

Anónimo dijo...

Si, tenía unos rifs tremendos. Quizás ha sido la única serie de dibujos animados de calidad que he visto que venía de los USA. Yo incluso dudaba entre ver la bola de drac y Els guardians...

Anónimo dijo...

¿A qué nadie se acuerda de Yaki y Nuca?
Una de mis favoritas, los dos ositos mas entrañables que he visto nunca.¡Qué serie más bonita!
Y sobre todo cuuuuuuuuuuuaaaantos años!!

Y Candy Candy!!!La verdad es que siempre me he identificado con ella (Bueno de pequeña)Eso del principe azul ¿Quién no sueña con su principe? Aunque ahora de mayor te das cuenta que ni de coña existen..pero soñar es gratis..por ahora..

DJ dijo...

Ya no existen príncipes azules, sí, pero tampoco hay princesas a las que despertar de un largo letargo con un beso, ¿o me equivoco?