La semana pasada se estrenó Stardust en el cine. La película es una adaptación de una novela de mi escritor favorito: Neil Gaiman. Las críticas son muy buenas por lo que he podido leer.
Bueno, pues todavía no he encontrado nadie con quien ir al cine para ver la peli. A mi amigo Fran le da urticaria las películas fantásticas, mi amigo Jose I. está ahora mismo en Alemania, Tomas sigue en Madriz, Maria L. está en Suiza como Bill Murray en Lost in Traslation, López está en casa después de que le quitaran el apéndice y mi hermana (el último recurso) está en los últimos meses de embarazo y no se puede mover. Y no pienso ir yo solo a verla, es tan triste que para eso me quedo en casa.
Así que (momento de dar penica), si alguna persona, animal, cosa o zombie se encuentra en la misma situación o simplemente quiere ver una buena peli que se ponga en contacto conmigo. Referencias: soy buen conversador, no molesto durante la peli comiendo palomitas o apurando la cocacola ni desgrano la pelicula a mi acompañante.
(Vaya, me ha salido el post que parece un anuncio clasificado de periódico)
Alone
Yo de mayor quiero ser emo
Pues eso. El otro día iba por la calle escuchando precisamente un grupo emo (Jimmy eat world), cuando me crucé con un grupo de adolescentes que, de música no sé, pero de aspecto eran emos seguro: flequillos interminables y ropa oscura ellos, sombra de ojos negra y faldas punk ellas. Y me dio por pensar que si pillara ahora mis 16 años, en vez de grungero hubiera salido emo. Quizás sea porque son más oscuros (en toda la amplitud del término) que los indies y más nihilistas que los heavys (y esto es más afín a mi personalidad). O porque están de moda, aunque nunca he sido esclavo de las modas (más bien todo lo contrario). O tal vez sea porque uno de mis grupos preferidos actualmente es My chemical romance. En fin, que si un día me veis por la calle con un flequillo hasta la nariz y un piercing en la comisura no os crucéis de acera que soy yo.
(Nota dominguera: El sábado salí de marcha, me fui a la cama a las 5:30, y el domingo a las 7 estaba de pie para jugar un partido de tenis, y ganarlo. Y eso con 29 añazos. Como diría Fidel: ¡Viva yo!)
Tanto tiempo
Hay canciones que te pueden poner los pelos de punta. No sabía hasta que punto me gusta Everlong de los Foo Figthers. Esta canción la uso como melodía en mi móvil y siempre me había parecido una buena canción pero tampoco estaba en el olimpo de mis preferencias; no la consideraba al nivel de First it giveth de los QOTSA, 4th of July de Soundgarden o incluso Candybars & Kitchenware de los STP.
Pero es que la versión en vivo que hicieron los Foo en el Live Earth es tan absolutamente genial que me ha hecho revalorar la canción. La versión en vivo es un in crescendo impresionante, y confirma algo que se lleva diciendo desde hace mucho: Las mejores baladas las hacen los rockeros.
Llámenme: ¡Lisensiado!
A horas intempestivas he recogido el título que me acredita como (redoble de tambores): Ingeniero en Informática de gestión. Es una sensación rara ir a la universidad sin tener que correr de un lado para otro para no llegar tarde a una práctica o hacerse a patita media uni para llegar a una clase impartida donde Cristo perdió el gorro. Cuando me ha preguntado la chica de la secretaría como me llamaba, a punto he estado de decir Daviz. Cosas de pasarse un fin de semana entre madrileños.
Mis dos buenas acciones del día han sido invitar a desayunar a Elisa y recogerle una bolsa que se le había caído a una señora mayor en el bus, por ese orden. Ya queda menos para que me gane mi par de alas.
No he podido resistir la tentación (estos del Fnac están destrozando mi economía) de comprar The ladies of Grace Adieu de Susanna Clarke, a sabiendas de que en unos días sale en España (y en castellano). Pero teniendo en cuenta que me ha costado 10 € y que la edición española no bajará de los 20, supongo que he hecho una buena compra.
Lo único negativo del día ha sido la muerte de los auriculares de mi Ipod. Ahora por el izquierdo se escucha bajito y por el derecho se escucha ruido, distorsión a tope, que parece que en vez de escuchar a, por ejemplo, Biffy Clyro, esté escuchando a Sonic Youth en el garaje de su casa.
Muerte de la luz 3.0
Espero retomar el blog porque lo tenía muy abandonado. Después de pasarle una capa de pintura, remendarle la carrocería y ponerle unos alerones, aquí tenéis Muerte de la luz 3.0.
¡Ha muerto Muerte de la luz! ¡Viva Muerte de la luz!
Vacaciones de ¿verano?
¡Por fin vacaciones! Que gusto da eso de levantarse a las 11(¡las 11!) y decir: no tengo que hacer nada.
Frases perdidas
Anoche ejecutaron a Morris.
Lo sé porque escuché (escucho) sus gritos de agonía.
