Siempre es igual. Acabo un libro. Me deja un buen regusto (como un buen vino) y lo primero que pienso es: voy a reseñarlo en el blog. Pero siempre se me pone algo por delante que me lo impide. Solución: hacer reseñas breves. Ahí va la primera tanda:
- A feast for crows, George R. R. Martin. Una extensísima novela que a pesar de los fallos que pueda tener de ritmo se sustenta (sobradamente) en unos personajes perfectamente definidos e interesantes.
- La conjura contra América, Philip Roth. Ya sé que es una obviedad pero lo diré de todos modos: es un libro escrito con mucho oficio. Magníficamente descrita la sombra de peligro que se cierne sobre los personajes.
- Un hombre sin patria, Kurt Vonnegut. Este tío es mi filósofo de cabecera. Hace un uso del sentido común como si de la navaja de Occam se tratara. Y además tiene aforismos para dar y vender.
- Infiltrado, Connie Willis. Con este libro me lleve una gran decepción. A medida que iba leyendo me daba cuenta de que era una historia típica y tópica y esperaba el pero... El pero nunca llegó. Esperaba más de la escritora.
- El ángel más tonto del mundo, Chris Moore. Divertido, sin más. Ni está elaboriosamente escrito, ni transgrede su historia. No va a cambiar tu vida pero te va a hacer pasar un buen rato. Y el personaje de la actriz guerrera (Xena el poder) te hará sonreir.
- Anansi boys, Neil Gaiman. Impresionante. Una fantasía con la mitología del American Gods, muy entretenida, con un toque de humor que lo hace muy diferente al anterior. Si no la has leído corre a tu librería más cercana.
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