Época de bajón. Llevo unos días en los que nada me sale bien como si: me hubiera levantado con el pie izquierdo, me hubiera puesto las zapatillas al revés, después hubiera roto el espejo de mi casa, hubiera tirado sal al suelo, al salir de casa hubiera pisado sin querer un gato (negro), un tuerto me hubiera mirado y para rematar hubiera pisado un excremento (eufemismo) de perro. En fin, lo dicho, será la suerte. Estadísticamente es normal que este tipo de días lleguen igual que otros sales a la calle y luce el sol, los pájaros cantan y una guapa desconocida te sonríe. La próxima vez que me cruce contigo, Suerte, ¡te voy a agarrar por el pescuezo y no te vas a escapar en una buena temporada!
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